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Nutrición del desarrollo y funcionamiento de defensas avanzadas. Nutrición para células NATURAL KILLER (NK).
Contiene salvado de arroz modificado, niacina, selenio, vitamina E y sodio.
UZO Omnilife es un suplemento dietético avanzado que utiliza salvado de arroz tratado con enzimas del hongo shiitake y fuentes naturales, lo que modifica y potencia sus propiedades beneficiosas.
Usa UZO como:
Cuidarte con nutrición antioxidante potente
Nutrición para cuidar de ti, si estas expuesto a químicos y alta contaminación
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Parte base del plan nutricional para defensas avanzadas
Nutrición para el sistema linfático
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Nutrición para la función mitocondrial
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Propiedades y beneficios del UZO
Beneficios de el salvado de arroz modificado, niacina, selenio, vitamina E y sodio.
El salvado de arroz modificado, junto con la niacina, el selenio, la vitamina E y el sodio, forman una combinación poderosa que influye en la protección y reparación de células con ADN dañado, así como en la prevención del crecimiento celular descontrolado. El salvado de arroz modificado es rico en antioxidantes como los tocoferoles y tocotrienoles, que protegen las células del daño oxidativo, una de las principales causas de mutaciones durante la duplicación genética. La niacina, o vitamina B3, juega un papel esencial en la reparación del ADN al participar en la síntesis de NAD+, una molécula clave en los procesos de reparación y señalización celular, especialmente cuando el ADN ha sufrido daños por estrés oxidativo o exposición a agentes mutagénicos.
El selenio, un oligoelemento con potentes propiedades antioxidantes, actúa como un cofactor en la actividad de la glutatión peroxidasa, una enzima crucial que protege las células del daño por radicales libres, reduciendo así el riesgo de mutaciones que pueden llevar al desarrollo de tumores. La vitamina E, otro antioxidante liposoluble presente en la fórmula, protege las membranas celulares de la peroxidación lipídica, preservando la integridad estructural de las células y asegurando que el proceso de replicación del ADN ocurra sin errores. El sodio, aunque generalmente asociado con la función electrolítica, también juega un papel en el transporte y equilibrio de nutrientes a nivel celular, facilitando la función adecuada del sistema linfático, que es esencial para la eliminación de células dañadas y la prevención de su proliferación descontrolada.
Esta combinación de nutrientes ofrece una defensa robusta contra el daño al ADN y el crecimiento celular descontrolado, apoyando tanto la integridad genética como la función inmunológica y linfática, que son vitales para la prevención de enfermedades crónicas y el mantenimiento de la salud celular a largo plazo.
Salvado de arroz modificado
El salvado de arroz modificado es particularmente valioso por su contenido en compuestos bioactivos, como los orizanoles, que no solo tienen propiedades antioxidantes, sino que también modulan la respuesta inflamatoria y mejoran la resistencia celular al daño oxidativo. Estos compuestos actúan como protectores directos del ADN, minimizando la incidencia de mutaciones que pueden ocurrir durante la replicación celular. La capacidad del salvado de arroz para influir en la expresión génica también sugiere un papel en la regulación de genes asociados con la reparación del ADN y la apoptosis, un proceso fundamental para eliminar células con daño genético irreparable.
Niacina
La niacina, o vitamina B3, contribuye de manera crucial al mantenimiento de la integridad genética. Participa en la producción de NAD+, una coenzima esencial en las vías de reparación del ADN y en la modulación de la respuesta al estrés oxidativo. NAD+ también es vital para la función de las sirtuinas, enzimas que regulan la longevidad celular y protegen contra el envejecimiento prematuro al mantener el ADN intacto. La niacina, por lo tanto, apoya tanto la reparación del ADN como la resistencia celular a las condiciones que promueven el daño genético.
Selenio
El selenio, a través de su papel en la actividad de la glutatión peroxidasa y otras selenoproteínas, ofrece una defensa antioxidante robusta, que es crucial para proteger el ADN de los radicales libres y otros oxidantes reactivos. El selenio no solo protege contra el daño oxidativo, sino que también regula la apoptosis, ayudando a eliminar células con ADN dañado y previniendo así la proliferación de células malignas. Además, la evidencia sugiere que el selenio puede influir en la actividad de p53, un gen supresor de tumores que desempeña un papel clave en la respuesta al daño del ADN.
Vitamina E
La vitamina E, con sus propiedades antioxidantes liposolubles, se integra en las membranas celulares, protegiéndolas de la peroxidación lipídica. Esto es vital para mantener la estructura y funcionalidad de las membranas celulares, lo que a su vez asegura que las células puedan replicar su ADN sin errores. La protección que ofrece la vitamina E es especialmente importante en células de alta proliferación, como las que se encuentran en el sistema inmune y el epitelio, donde el daño oxidativo podría fácilmente llevar a la malignidad.
Sodio
El sodio, aunque comúnmente asociado con el equilibrio hídrico y la función nerviosa, tiene un papel menos reconocido pero crucial en el mantenimiento de la homeostasis celular y en la función del sistema linfático. Un adecuado equilibrio de sodio es necesario para el transporte de nutrientes y la eliminación de desechos celulares a través del sistema linfático. Este proceso es esencial para la depuración de células con ADN dañado y para la prevención de su acumulación, lo que podría conducir a una proliferación celular descontrolada.
Como tomar UZO
Plan cuidarte: 1 sobres de UZO 1 vez por día
Plan cuidarte premium: 2 sobres de UZO por día durante durante un mes.
Si quiere aplicar nutrición en condiciones relacionados con el enfoque de apoyo nutricional de este producto tomar 3 sobres diarios por uno a tres meses.
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Maravillosamente construido: defensas avanzadas
Las células natural killer (NK) son un componente esencial del sistema inmunológico de nuestro cuerpo, cuya función principal es la vigilancia y eliminación de células infectadas por virus y células tumorales anómalas. Estas células actúan de manera rápida y eficaz, sin necesidad de una activación previa, lo que las convierte en una primera línea de defensa crucial contra la proliferación celular descontrolada que podría derivar en cáncer o infecciones crónicas.
En relación con la duplicación del ADN de calidad, las células NK desempeñan un papel crítico. Durante la replicación del ADN, cualquier daño o error que no se repare adecuadamente puede dar lugar a mutaciones que, si se acumulan, pueden resultar en la formación de células tumorales. Las células NK son capaces de reconocer y atacar células que presentan signos de estrés celular, como la presencia de ADN dañado o mal replicado. Utilizan una serie de receptores en su superficie para identificar células que han alterado su perfil de expresión debido a la acumulación de daño genético, y que ya no presentan moléculas típicas de células sanas en sus membranas, como el complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) de clase I.
Una vez identificadas, las células NK liberan granzimas y perforinas, proteínas que inducen la apoptosis (muerte celular programada) en la célula objetivo. Este proceso asegura que las células con ADN dañado o replicado de manera incorrecta sean eliminadas antes de que puedan proliferar y formar tumores. De esta manera, las células NK no solo contribuyen a la eliminación directa de células defectuosas, sino que también actúan como guardianes de la integridad genética en el organismo, ayudando a mantener una población celular sana y libre de mutaciones peligrosas.
Nutrición para la función natural de defensa con la que fue construido tu cuerpo
La nutrición enfocada en el apoyo y la optimización de las células natural killer (NK) es un área clave dentro de la inmunonutrición, dado el papel fundamental de estas células en la defensa innata del organismo contra infecciones virales y la destrucción de células tumorales. Estas células son altamente dependientes de un suministro adecuado de nutrientes específicos que modulan su actividad y proliferación. Por ejemplo, la vitamina D es crucial para la maduración y la función óptima de las células NK, ya que sus receptores se encuentran ampliamente expresados en estas células, facilitando su capacidad de reconocer y eliminar células infectadas o malignas. Del mismo modo, los ácidos grasos omega-3, especialmente el DHA y EPA, tienen un efecto antiinflamatorio y pueden mejorar la citotoxicidad de las células NK, optimizando su capacidad de respuesta en entornos inflamatorios.
Los antioxidantes, como la vitamina C y la vitamina E, protegen a las células NK del daño oxidativo, preservando su funcionalidad en situaciones de estrés inmune. Además, aminoácidos como la glutamina y la arginina son esenciales para la proliferación y la supervivencia de las células NK, actuando como sustratos energéticos que soportan su alta demanda metabólica durante la respuesta inmune. Los polisacáridos presentes en alimentos como los hongos medicinales, también conocidos por su capacidad inmuno-moduladora, han mostrado efectos positivos en la activación de células NK, potenciando su eficacia en la eliminación de células anómalas. En conjunto, una nutrición adecuada y bien balanceada, rica en micronutrientes esenciales y compuestos bioactivos, es fundamental para mantener y potenciar la actividad de las células natural killer, fortaleciendo así la primera línea de defensa del sistema inmunológico y contribuyendo a la protección global del organismo frente a amenazas patógenas y tumorales.